¡¡La última noche del año!!

Hoy me salto las paletas de colores para escribir un poco más.

Y es que toca hacer balance, repasar lo que nos ha traído el año, pensar lo que queremos para el próximo y ponerse guapos... muy guapos...

Se acaba 2014 (¿ya? ¿pero cuando ha pasado?)  y, aunque alguna cosa regulera me ha tocado vivir, también me ha regalado cosas maravillosas porque, si ya tenía la mejor familia del mundo mundial, este año se ha ampliado con dos personitas más.

¡He sido tía de nuevo! Martín llegó rápido y sin hacer mucho ruido y, aunque el ruido lo hace ahora (es un poco lloroncete, jeje)  es increíblemente precioso y guapo.

Y... ¡he sido mamá de nuevo! Sergio no llegó tan rápido pero desde luego sí lo hizo en el mejor momento y en el mejor lugar. Amplió nuestra pequeña familia y consiguió que fuese perfecta del todo. No era como esperábamos... ¡era mejor!

Siempre intento quedarme con la parte positiva de todo (no tengo tiempo para lo demás)  y creo que eso es lo que más me gusta de mi y de mi vida.

Me considero una persona feliz y, por eso, intento dar siempre las gracias por lo que tengo, no quejarme por lo que me falta. Está claro que me hubiese gustado que me tocase la lotería de Navidad (o que la señora de la panadería donde voy a almorzar por las mañanas me hubiese cobrado 21€ por una napolitana y un décimo premiado)  pero bueno, tampoco está mal...

Al año que entra sólo le pido tiempo. Tiempo para estar con mis padres y mis hermanos, para jugar con mis peques y pasear con mi marido, para trastear con mi blog y dibujar con mi nueva tableta gráfica (gracias papá Noel)  para descansar pero no parar de hacer cosas nuevas...

¡¡2015 no corras!! Que quiero disfrutarte mucho.

Que sea un año maravilloso para ti también. Que lo disfrutes.

Un beso enorme